¿Has oído hablar del concepto “gastronomía sostenible”?
Aunque muchas veces no seamos conscientes de ello, cuando comemos estamos haciendo mucho más que nutrirnos. Detrás de cada bocado hay unos métodos de cultivo y de producción, un modo de recolección o recogida, una forma de trabajo...y con cada alimento que consumimos apoyamos todo ese proceso que hay detrás.
El 18 de junio es la fecha elegida por la ONU como el día de la gastronomía sostenible, que se celebra desde el año 2016. Según la ONU, gastronomía sostenible es "sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a nuestros mercados y, finalmente, a nuestros platos".
Su objetivo es apostar por promocionar el desarrollo agrícola al mismo tiempo que apoya la protección de la biodiversidad y la preservación de la cultura. La sostenibilidad en el mundo gastronómico afecta no sólo a la producción sino también a la preparación y al consumo de los alimentos.
La sostenibilidad gastronómica tiene 3 pilares fundamentales:
🔸 ambiental: respeto al medioambiente a través del cuidado de la biodiversidad de los ecosistemas, un uso eficiente de los recursos naturales, proteger y conservar adecuadamente el suelo, etc.
🔸 social: implica luchar por buenas condiciones de trabajo para quienes trabajan en la parte productiva. Supone, entre otros, asegurar un salario digno y la igualdad de género tanto en el acceso al trabajo como en las condiciones laborales.
🔸 económica: tiene como objetivo conseguir cultivos más eficientes para ser más productivos y rentables, pero siempre en equilibrio del cuidado y respeto al medio rural. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que en 2050 seremos 2.000 millones de personas más, lo que exigirá incrementar la producción alimentaria en un 70%. En una situación de recursos naturales cada vez más escasos, el reto está en conseguir el máximo rendimiento de cada recurso invertido.
En la producción de nuestros naranjos y olivos apostamos por seguir buenas prácticas agrícolas que nos ayudan a lograr una agricultura sostenible:
🔸 Optimizando la eficiencia en el uso de los recursos naturales y energéticos (principalmente del agua), ya que éstos no son ilimitados y no debemos malgastarlos.
🔸 Disminuyendo el uso de fertilizantes y herbicidas y fomentando el uso de fertilización orgánica.
🔸 Integrando la biodiversidad en las plantaciones que ayudan, entre otros, a controlar plagas.
🔸 Apostando por materiales reciclables, y reciclados si es posible, para los envases de los productos.
🔸Favoreciendo la contratación de personas que viven en el entorno rural para incentivar su desarrollo y evitar su despoblación.
La sostenibilidad gastronómica es responsabilidad de todos los miembros de la cadena productiva y de consumo, por lo que en la preparación y consumo de alimentos también podemos incorporar hábitos en nuestro día a día que, aunque parezcan pequeños, pueden ser tener un gran impacto:
🔸 Comprar productos frescos y de temporada, principalmente fruta y verdura. Además de contribuir al medioambiente, comprar fruta de temporada nos asegura que esté en su punto óptimo de maduración y esto supone calidad. Los productos que podemos adquirir fuera de su temporada natural o bien han sido congelados o han sido cultivados en invernaderos.
🔸 Comprar alimentos locales o de proximidad: son más económicos, al acortar la cadena de intermediarios, suponen un menor impacto para el medioambiente (se reduce el transporte, disminuyendo las emisiones de CO2).y , además, apoyamos también a productores y vendedores locales. Mira siempre la etiqueta para ver la procedencia del producto, pregunta a tu frutero e intenta comprar alimentos de España.
🔸 Comprar productos a granel siempre que sea posible o, al menos, que vengan en envases reutilizables o reciclables.
🔸 Reciclar correctamente los residuos que hayamos generado en la cocina.
🔸 Evitar el desperdicio de alimentos gracias a la planificación de los menús semanales. Planificar nos ayudará a organizar cada comida y la compra que necesitamos. También es importante prestar atención a la fecha de caducidad de los productos que tenemos en la nevera para consumirlos y evitar tener que tirarlos.
🔸 No contaminar el agua tirando el aceite usado para cocinar, que debe llevarse a un punto limpio.
Ten presente que cuando compras un producto en el supermercado estás dándole un voto a la forma de producir ese alimento.
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